Al hacer ejercicio con tu bebé, estás modelando un estilo de vida activo desde una edad temprana. Esto puede establecer una base sólida para hábitos saludables en el futuro debido a que en esta etapa es más fácil aprender hábitos y mantenerlos que adquirirlos posteriormente. En términospsicológicos y fisiológicos resulta muy beneficioso realizarlo. A continuación, te contamos algunas de las razones.
El ejercicio compartido puede fortalecer el vínculo emocional entre tú y tu bebé. Al interactuar físicamente de esta manera, se crea un ambiente de confianza y cariño. Además, los logros físicos, como aprender a gatear o dar sus primeros pasos, pueden fortalecer la autoestima y la confianza en sí mismos de los bebés.
Algunas actividades, como el juego en el suelo o el uso de juguetes que promuevan el movimiento, pueden contribuir al desarrollo motor y cognitivo de tu bebé, ya que estimula el desarrollo de los sistemas musculares y esqueléticos, promoviendo la fortaleza y la flexibilidad. Esto es esencial para alcanzar hitos motores como sentarse, gatear, pararse y caminar.
Fomentar un estilo de vida activo desde una edad temprana puede ayudar a prevenir la obesidad infantil, que es un problema de salud importante en muchos países debido a la modalidad sedentaria y los alimentos saturados.
La actividad física moderada puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico de tu bebé, lo que puede ser beneficioso para prevenir enfermedades y mantenerlo sano.
Puede ayudar a mejorar la calidad del sueño tanto en bebés como en adultos. Esto es importante para el desarrollo y el bienestar general.
Introducir el ejercicio en la rutina diaria puede ayudar a establecer hábitos saludables que tu bebé llevará consigo a medida que crezca. Además, el ejercicio adecuado puede ayudar a los bebés a dormir mejor y más profundamente. Esto es esencial para su crecimiento y desarrollo.
Al interactuar físicamente con los padres u otros cuidadores durante el ejercicio, los bebés desarrollan vínculos emocionales y aprenden sobre la comunicación y la interacción social.
Al hacer ejercicio con tu bebé, estás proporcionando oportunidades para que exploren el mundo que los rodea, aprendan sobre su cuerpo y desarrollen habilidades nuevas. También involucra múltiples sentidos, como el tacto, la vista y el oído. Esto contribuye al desarrollo sensorial y perceptual de tu bebé.
El ejercicio libera endorfinas, lo que puede llevar a una sensación de bienestar y felicidad tanto en ti como en tu bebé.
Hay una variedad de ejercicios que puedes hacer con tu bebé, dependiendo de su edad y nivel de desarrollo. Aquí te dejo algunas ideas:
Coloca a tu bebé boca abajo sobre una superficie firme y segura. Esto ayuda a fortalecer los músculos del cuello y la espalda.
Coloca juguetes atractivos a su alcance durante el tiempo boca abajo para fomentar la exploración y el movimiento.
Acuéstate boca arriba y coloca a tu bebé sobre tu abdomen. Mueve sus piernas en un movimiento similar al pedaleo de una bicicleta.
Sujeta a tu bebé debajo de los brazos y levántalo suavemente hacia arriba y hacia abajo. Esto puede ser una experiencia divertida y estimulante.
Sujeta a tu bebé de forma segura y muévelo suavemente hacia adelante y hacia atrás o de lado a lado. Esto puede ayudar a desarrollar su sentido del equilibrio.
A muchos bebés les gusta recibir masajes suaves en los brazos, piernas y espalda. Esto puede ayudar a relajarlos y estimular su circulación.
Sosteniendo a tu bebé de manera segura, puedes moverte al ritmo de la música. El movimiento rítmico y la música pueden ser divertidos y estimulantes.
Si tienes acceso a una piscina adecuada para bebés y las condiciones son seguras, la natación puede ser una excelente forma de ejercicio y una experiencia divertida para tu bebé.
Asegúrate de que el cochecito o portabebés estén adecuadamente diseñados para la edad de tu bebé. Pasear al aire libre puede ser una excelente forma de ejercicio para ambos.
Muchas comunidades ofrecen clases específicamente diseñadas para padres y bebés, como yoga para bebés, clases de natación o clases de gimnasia.
Recuerda adaptar los ejercicios según la edad y habilidades de tu bebé, y siempre asegúrate de que estén seguros y cómodos durante cualquier actividad física. Si tienes preocupaciones sobre el nivel de actividad de tu bebé, te recomiendo que consultes con un pediatra o profesional de la salud si tienes preguntas sobre qué ejercicios son apropiados.