La higiene postural se refiere a la práctica de adoptar posturas y movimientos adecuados para mantener el cuerpo en una alineación óptima. De esta manera se reduce el estrés y la tensión en los músculos, articulaciones y estructuras del cuerpo.
Esto se aplica tanto en actividades cotidianas como estudio, descanso, actividad física y cualquier otra situación que involucre movimiento y posición del cuerpo.
La higiene postural es importante de enseñar a los niños ya que es altamente importante para prevenir lesiones, dolores musculares y articulares, así como para promover una buena salud en general en el futuro. Además esta edad es ideal para enseñarles de hábitos saludables. Algunos principios de la higiene postural incluyen:
Asegúrate en lo posible de que el lugar donde el niño estudie o juegue esté diseñado de manera que favorezca una postura adecuada y cómoda.
Enseñar sobre cómo pueden manejar su cuerpo con movimientos suaves ayuda a evitar lesiones por movimientos bruscos.
Esto significa mantener la columna vertebral, la cabeza y las extremidades en una posición natural y alineada. Para ayudarlos a hacer esto puedes ir corrigiendo cada que notes que su postura está desequilibrada. En algún momento el niño se sentirá incómodo en una posición que no esté balanceada.
Sillas, mesas y otros muebles deben ser ajustables y estar diseñados para promover una buena postura.
Menciona con frecuencia al niño que es importante cambiar de posición y estirarse si se pasa mucho tiempo en una misma postura.
Conocer y aplicar los principios de la higiene postural en la vida diaria es esencial para prevenir problemas a largo plazo. Los padres y cuidadores deben servir como modelos de una buena higiene postural para que los niños imiten y aprendan.
Cuidar la higiene postural en niños implica enseñarles y fomentarles buenos hábitos desde una edad temprana. A continuación te contamos algunas de las razones principales:
Durante la infancia y la adolescencia, el cuerpo está en constante crecimiento y desarrollo. Una buena higiene postural contribuye a que los huesos, músculos y articulaciones se desarrollen de manera adecuada y sin deformidades.
El ejercicio regular ayuda a mantener la musculatura fuerte y flexible, lo que contribuye a una buena postura.
Una mala postura en la infancia puede llevar a problemas de espalda, hombros y cuello en el futuro. Estos problemas pueden causar dolor y molestias, y en casos graves, pueden requerir tratamiento médico.
Aquí tienes algunas recomendaciones:
Los pies deben estar apoyados en el suelo o en un reposapiés si los pies no llegan al suelo.
Las rodillas deben estar a la altura de las caderas o un poco más bajas.
La espalda debe estar apoyada en el respaldo de la silla.
Los codos deben estar cerca del cuerpo y formar un ángulo de 90 grados al escribir o usar una computadora.
Enseñar a los niños a moverse correctamente y a levantar objetos de manera segura puede prevenir lesiones musculares, articulares y de espalda que pueden ocurrir debido a malos hábitos posturales.
La mochila no debe ser demasiado pesada, debe pesar menos del 10-15% del peso corporal del niño, con correas anchas y acolchadas para distribuir el peso de manera uniforme.
Fomentar una buena higiene postural desde la infancia puede sentar las bases para una vida adulta más saludable. Una postura adecuada puede ayudar a prevenir problemas crónicos de salud relacionados con la columna vertebral y el sistema musculoesquelético.
Una buena postura puede mejorar la concentración y el rendimiento en la escuela. Además, facilita la participación en actividades físicas y deportes, reduciendo el riesgo de lesiones.
Enseñar a los niños sobre la importancia de una buena postura les ayuda a desarrollar una mayor conciencia de su propio cuerpo y a reconocer cuando están adoptando posturas inadecuadas.
Enseñar a los niños desde temprana edad sobre la importancia de la higiene postural les proporciona herramientas para mantener una buena postura a lo largo de su vida, lo que puede prevenir problemas de salud en la edad adulta.
Recuerda que la paciencia y la repetición son clave para que los niños integren estos hábitos en su vida diaria. Además, es importante estar atentos a cualquier señal de molestia o dolor en el niño, ya que esto puede indicar problemas de postura que requieren atención.
En resumen, cuidar la higiene postural en niños es esencial para promover un desarrollo saludable, prevenir problemas futuros y fomentar una buena calidad de vida en el largo plazo. Es una inversión en su bienestar y salud a lo largo de toda su vida.