Durante el embarazo, el cuerpo experimenta una serie de cambios hormonales y fisiológicos entre los cuales se encuentran el aumento de producción de estrógeno y progesterona, aumento del flujo sanguíneo, cambios en las glándulas sebáceas y cambios en el sistema inmunológico, entre otros. Estos cambios pueden afectar la piel de diversas maneras.
Durante el embarazo, es importante llevar una dieta equilibrada y segura para garantizar nuestro bienestar y el desarrollo saludable del bebé. La seguridad alimentaria es especialmente relevante debido a la sensibilidad aumentada de la mujer embarazada a las alergias o infecciones alimentarias y a ciertas sustancias.